"La inteligencia está basada en lo eficiente que las especies se vuelven al hacer cosas que necesitan para vivir" Charles Darwin
Hacia la década de los 70, luego de que Watson y Crick sustentados en los hallazgos de Rosalind Franklin descubrieran la estructura del ADN, la biología pasó a ser la antorcha que ilumina los caminos de la tierra en respuesta a uno de los tantos interrogantes de García-Lorca en su poema "Canción otoñal".
Hoy cuando vivimos temerosos de una gran pandemia que regrese a nuestra memoria momentos aciagos y oscuros acaecidos en diferentes períodos de nuestra historia, el advenimiento de nuevas tecnologías en Biología molecular, la conclusión del proyecto genoma humano y la difusión casi instantánea de la información , han permitido a la ciencia disponer de una autopista cuyos límites no son visibles a lo ancho, mucho menos a lo largo.
La tecnología CRISPR-Cas9 (basada en el sistema de defensa adaptativo de células procarióticas) permite modificar la expresión génica (proceso de activación o inactivación de genes o sus productos) que es el objetivo principal de la Ingeniería genética; es el análogo a un editor de texto, permite crear, modificar o eliminar cualquier molécula de ADN en forma precisa, controlada y económica. Las posibilidades son casi ilimitadas, permitirá disponer de modelos experimentales de casi la totalidad de las enfermedades, primer paso para encontrar la cura; modificar y desarrollar nuevas variedades de cultivos y animales para garantizar la alimentación, modificar agentes infecciosos y otros microorganismos de uso industrial, en resumen es una tecnología que lo cambiará todo, porque modificar el genoma significa cambiar el futuro de las especies.
Hay buenas razones para mirar el futuro con entusiasmo y optimismo, hay motivos para hacer crecer la esperanza, para mantener vivo el sueño de una humanidad solidaria, generosa y preparada para realizar sus sueños!