Finalizó el XXXIX congreso nacional de Patología con un balance altamente positivo para la organización.
La asistencia superó los calculos mas optimistas: 180 inscritos y 40 repreentantes de las firmas comerciales, el nivel y la calidad de las exposiciones, la pertinencia de los temas y los trabajos de los residentes estuvieron a la altura del evento; esto sumado al imponente escenario natural y al ambiente de cordialidad y camaradería, hicieron del certamen algo inolvidable.
La cena de integración resultó muy animada y muy bailada, tres horas de orquesta y buena música no fueron suficientes para el público que se quedó esperando la prolongación de la fiesta.
En el aspecto económico hubo gran efeciencia en el gasto y la nutrida sistencia generó un importante saldo a favor para la Sociedad.
El área comercial estuvo muy bien organizada y bastante visitada, con equipos modernos y tecnología de avanzada en terminos generales al alcance del presupuesto; la oferta editorial también fué importante.
Para mejorar algunos puntos: la poca capacidad del auditorio, generó molestias e incomodidades, no era este el sitio convenido inicialmente, pero no había muchas alternativas, luego de saber que el auditorio principal del hotel no estaría listo para la fecha del congreso.
La evaluación de la calidad de la alimentación por parte de los asistentes no fue la mejor.
Como en todos los aspectos de la vida cuando se trabaja en equipo, rápidamente sabes quien es quien, quien trabaja y quien nó, identificas el grado de compromiso y responsbilidad de cada uno. Gracias a Gustavo y a Jorge por el empeño y su total disponibilidad antes, durante y después del evento. !Hasta la próxima!